¿Eres de esas personas que llevan toda la vida estudiando inglés y todavía no lo hablan? ¿Te has preguntado por qué alguna vez? Igual no es que se te dé mal el inglés. Igual lo que pasa es que llevas toda la vida enfocándolo regular. En serio, si ves que algo no te funciona, ¿por qué lo sigues haciendo?

 

 

 

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Estamos hartos de ver a estudiantes que no enfocan bien su aprendizaje del inglés y tropiezan con la misma piedra una vez y otra, y otra, y otra… Llevamos tantos años sufriendo con ellos que nos hemos convertido en expertos en detectar los errores que cometéis los estudiantes cuando os ponéis a estudiar inglés. Y en este artículo te los relatamos para que dejes de cometerlos tú.

 

 

 

1. Aprender SOLO a escribir las palabras

 

Te tienes que hacer a la idea —y cuanto antes, mejor— de que cada vez que te encuentres una palabra nueva en inglés tienes que hacer doble trabajo para aprendértela: no solo tienes que saber cómo se escribe; también tienes que saber cómo se pronuncia. Y seguramente lo segundo sea mucho más importante. 

¿De qué te sirve saber escribir las palabras si luego no eres capaz ni de decirlas ni de entenderlas? Por favor, no olvides la fonética si no quieres que todo tu esfuerzo sea en vano.

 

 

 

2. Estudiar en silencio

 

Una cosa… ¿tú quieres aprender a leer en inglés o aprender a HABLAR inglés? Porque si estudias en silencio vas a ser un fenómeno leyendo y escribiendo inglés, pero no te vas a enterar de mucho cuando te hable un angloparlante y, desde luego, no vas a ser capaz decir una frase completa en condiciones.

 

 

Deja de estudiar en silencio. Practica en voz alta siempre todo lo que aprendas y repite, repite y repite hasta que se te quede. Y si puedes hacer esto con un profesor o profesora que te guíe, mucho mejor.

 

 

 

3. Apuntarte a un curso de inglés… y ya

 

Los cursos de inglés suelen ser una buena solución si quieres aprender inglés, jeje. Pero si crees que con ir a clase basta, que tu profe te va a hacer una magia chamánica para que aprendas inglés por ciencia infusa, si crees que no vas a tener que hacer nada más, te equivocas.

 

 

Haz siempre los deberes, practica todos los días, ponte en contacto con el inglés el mayor tiempo posible, ve series, ve pelis, ve documentales, juega a videojuegos en inglés, háblale a tu gato como si fuera un gato guiri, ¡lo que se te ocurra! Pero no, por apuntarte a un curso no vas a aprender inglés mágicamente. Hay que currar. Sorry.

 

 

 

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4. Dedicarle DEMASIADO esfuerzo a la gramática

 

No te lo tomes a mal, pero en general los españoles padecéis de gramaticalitis. En algunos casos, gramaticalitis grave. Que sí, que ya, que la gramática es importante a la hora de entender cómo funciona una lengua pero, en la práctica, ¿qué más te da que lo digas sea un complemento directo o un complemento circunstancial? ¿Tú crees que la mayoría de los guiris saben si quiera lo que es un complemento circunstancial? Pues ya te lo decimos nosotros: no, no lo saben. Y hablan inglés de maravilla.

 

 

A no ser que tengas un ansia filológica incurable, céntrate más en aprenderte cómo se usa cada estructura en cada contexto que en analizar frases y en buscarle la lógica al idioma. Más hablar y menos pensar.

 

 

 

5. Querer ser el más listo (o la más lista) de la clase

 

Hay un tipo muy concreto de estudiante de inglés al que le chifla deslumbrar a su profe con todas y cada una de las expresiones nuevas y boyantes que se aprende. Y no está mal querer aprender expresiones. Ni siquiera está mal querer lucirlas. Lo que sí está regular es decir cosas tipo Don’t bite off more than you can chew y pronunciar /dont/ y /chéu/ en lugar de /dóunt/ y /chuu/. Para que te hagas una idea, imagínate a un guiri con acentazo diciendo algo como «Ya está toda la pescada vendido». ¿Es gracioso? Sí, vale. Pero chirriar, chirría un rato.

 

 

En serio, ve paso a paso y por orden. Si todavía no dominas el presente simple, no te hace falta aprender expresiones idiomáticas. Dedica tus esfuerzos a machacar la pronunciación y la gramática correspondiente a tu nivel y no te saltes nada para que tu inglés sea el más guay del lugar. Porque, si haces eso, tu inglés va a ser cualquier cosa menos guay.

 

 

 

6. No repasar lo suficiente

 

Esto también es un clásico. El típico estudiante que se lee dos veces la teoría sobre el present perfect o que repite de memorieta una lista de vocabulario y dice: «Hala, esto ya me lo sé». Pues no, majo, no te lo sabes. Aprender un idioma no funciona así.

 

 

El aprendizaje del inglés es un 80 % repaso. Por poner un ejemplo, puede que te parezca una actividad tediosa y repetitiva decir 50 frases en presente simple con cada persona gramatical en afirmativa, negativa e interrogativa al menos una vez al día durante tus primeros tres meses de estudio del idioma, pero es que si no lo haces, puede que no llegues a dominar el presente simple en tu vida. Así de claro.

 

 

 

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7. Pegarte atracones

 

Y luego, claro, están los estudiantes que se creen que por sentarse una vez a la semana y pegarse cinco horas estudiando inglés como un papagayo, ya está; ya está todo hecho. ¡Qué fácil!

 

 

A ver, NO. Esto no es como si vas a hacer un examen de Geografía y te aprendes todos los ríos y sus afluentes para olvidarlos justo después de hacer el examen. Esto se parece más a ir al gimnasio: no vale con entrenar una tarde entera y luego no volver en dos meses. Si quieres que se te quede lo que vas aprendiendo, tienes que ser constante y dedicarle todos los días al menos quince o veinte minutos de tu tiempo al inglés. Repetimos: TODOS LOS DÍAS.

 

 

8. Pasarlo mal

 

And last but not least… están esos estudiantes que lo pasan fatal con el inglés. Que lo sepas, esta es la peor de las 8 cosas que haces mal cuando estudias inglés: no disfrutarlo. Si no lo pasas bien aprendiendo y practicando, no vas a durar mucho tiempo haciéndolo y no vas a ser constante. Y si no eres constante o «lo dejas un tiempo», se va a ir todo al garete.

 

 

¿Y cómo disfrutar aprendiendo inglés? Fácil: si no eres capaz de motivarte tú solo o tú sola, búscate un o una profe que te haga pasarlo bien aprendiendo inglés. Y si tu profe no lo consigue, cambia de profe. No hay más. 

 

 

Ya lo sabes. Aplícate el cuento, deja de perder el tiempo, deja de estudiar inútilmente y empieza a aprender inglés de verdad. Y si quieres hacerlo de la mano de los profesores de inglés mejor preparados del mercado de la enseñanza de idiomas, ya sabes dónde encontrarnos.