"Odio el inglés." Esa frase, dicha por un adolescente, puede generar angustia y frustración en muchos padres. El inglés es importante para su futuro, lo sabes, pero ellos lo rechazan de plano. ¿Qué está pasando? ¿Cómo reconducir esa situación sin forzar ni empeorar el problema?
Este artículo está pensado para ayudarte a entender las causas reales del rechazo al inglés y, sobre todo, darte ideas prácticas para transformar esa frustración en confianza. Porque sí, es posible que tu hijo pase de "odiar el inglés" a sentir que por fin puede con él.
Cuando un adolescente dice que odia el inglés, rara vez se trata de un rechazo profundo al idioma. Lo que suele haber detrás es frustración acumulada:
No entiende bien en clase y se siente perdido.
Lleva años "estudiando" sin ver avances reales.
Las clases son aburridas o demasiado teóricas.
Siente que no sirve para esto y se compara con otros.
En estos casos, el "odio" es una forma de protegerse. Es más fácil decir "odio el inglés" que admitir "me siento incapaz".
Cada caso es distinto. Lo primero es escuchar y observar:
¿Cuándo empezó el rechazo?
¿Cómo habla de sus clases, su profesor, sus compañeros?
¿Qué parte del inglés le frustra más: hablar, entender, los exámenes?
A veces, basta un cambio de profesor o de método para desbloquear la situación. Otras, es necesario trabajar la seguridad y autoestima.
La presión rara vez da buenos resultados. En lugar de obligarle, propón opciones diferentes, que se salgan del esquema "más de lo mismo":
One to One Junior: clases individuales con profes expertos que adaptan el ritmo y los contenidos a su perfil.
Vaughan Junior (clases en grupo): ideal si necesita ver que no está solo, aprender con otros y soltarse en un entorno dinámico.
VaughanTown Jóvenes: una experiencia de inmersión que cambia su relación con el idioma en pocos días.
Muchos adolescentes rechazan el inglés porque no le ven sentido. Pero si conectas el idioma con lo que sí les interesa, cambia la actitud:
Música: letras, entrevistas a artistas favoritos
Videojuegos: jugar en VO, seguir streamers
Series o películas: empezar con subtítulos, luego sin
TikTok o YouTube: seguir creadores angloparlantes
El objetivo no es que estudie, sino que se EXPONGA al inglés de forma natural y divertida.
Si un adolescente cree que no vale para el inglés, por muy buen programa que tenga, no avanzará. Antes de reforzar el idioma, hay que reforzar su confianza:
Valida sus esfuerzos, aunque pequeños
Evita las comparaciones
Celebra cada progreso real: "¡Hoy has entendido un audio entero!"
Ayúdale a ver que equivocarse es parte del proceso
Un buen profesor de inglés para adolescentes es también un buen motivador.
Quizá el problema es que está encerrado en el objetivo "sacar un 7 en clase". Plantear otras metas puede cambiar su motivación:
Obtener un certificado real como el Oxford Test Junior
Prepararse para el futuro con un curso de preparación oficial Oxford
Viajar, hacer un intercambio, comunicarse con gente de fuera
Lo importante es que el inglés tenga un sentido más allá del aula.
A veces hay que dejar respirar la situación, no insistir. Pero eso no significa dejarlo estar.
Puedes esperar unas semanas, pero mientras:
Ofrécele contenidos en inglés que le llamen la atención
Habla con él sobre su futuro y dónde encaja el inglés
Escucha sin juzgar cuando se queje o se bloquee
El momento perfecto no existe. Pero cuando se sienta listo, sabrá que tiene opciones.
Tu hijo no odia el inglés. Odia sentirse incapaz, aburrido o perdido. Tu papel como madre o padre no es forzar, sino abrir puertas nuevas.
Con el programa adecuado, adaptado a su ritmo, con objetivos motivadores y un entorno que refuerce su autoestima, puede cambiar su relación con el idioma.
Opciones como:
...pueden ser el punto de inflexión que necesita para decir: "Vale, esto sí me sirve".